Premios Irene 2019: Humor, magia, emoción, sorpresas y puyas al cine español, a las provincias y a los Star Talents

Una puesta en escena espectacular por parte de los organizadores.

Lorenzo Beteta pidió “consenso y voluntad de acuerdo” para el futuro “pensando en el largo plazo”.

 

Es verdad que los premios ‘Irene’ organizados por la Escuela de Doblaje de Madrid y la Fundación Gomaespuma no son una entrega de premios del jurado de una Academia por examinar trabajos concretos de ese año, como puedan ser los Óscar o los Goya, sino un homenaje a compañeros de la profesión en Madrid, pero la puesta en escena por parte de los organizadores fue tanto o más espectacular que cualquiera de estas. Los vídeos de transición, los efectos musicales, la agilidad del desarrollo, las instalaciones o los números de magia incluso podían situarse muy por encima de la media en este tipo de actos, demostrando gran preparación y ensayos por parte de los coordinadores. Además con el muy relevante dato de que todo lo recaudado era para causas benéficas de la Fundación, en este caso, para ayudas a la infancia en Nicaragua y Sri Lanka.

 

Entre los encargados de conducir la gala destacaron como el año pasado Juan Luis Cano, que volvió a meterse al público en el bolsillo (“Hacéis bien los del doblaje en haceros homenaje a vosotros mismos, ya que ningún otro lo hace”) y el mago Jorge Blass, que realizó en distintos momentos de la noche distintos trucos de magia para disfrute de los presentes. El último de ellos con la colaboración musical de Nacho Aldeguer.

Los discursos fueron breves y ágiles, medidos con cariño y humor, incluyendo los de los técnicos de sonido y traductores, también presentes, como el editor de Eldoblaje.com, Alex Bonet, que confesó que se hizo seguidor del doblaje porque su madre le obligaba a ver siempre las películas en versión original.

 

La voz en off de Patxi Aldeguer, junto a la de Silvia Sarmentera, también condujo gran parte de la noche, así como constantes vídeos de falsos doblajes humorísticos en los que se parodiaban muchas situaciones del sector (los retakes, las bandas, las ‘copias de trabajo’, los spoilers y hasta el ya célebre ‘Sicansius’ estuvieron presentes).

 

Del momento emotivo se encargaron los veteranos. Juan Antonio Gálvez quiso hacer una mención a los compañeros que pudieran haber sido ‘ninguneados’ en algún momento y reiteró su emoción porque los premios plasmaran ‘cariño’ entre compañeros. También hubo momentos muy “familiares”: Isacha Mengibar acompañó a su madre María del Carmen Goñi a recoger su galardón e reivindicó la labor de su padre Pedro Mengíbar en el histórico departamento de doblaje del estudio Telson. Los hermanos Ivan y Sandra García Jara recogieron el premio en nombre de su madre, Amelia Jara (“que bien le salían los niños a la jodía”, concluyó Iván). Luis Varela recordó a su “hermano de atril”, Pepe Moratalla y el antiguo grupo de niños del Teatro de Parla, las ‘perlas’ de Parla casi al completo: Claudio Serrano, Eduardo Gutiérrez, Lorenzo Beteta, Javier Balas, Coral Balas o Miguel Ángel Garzón (de aquel grupo prácticamente sólo faltaba Mar Bordallo), subieron al escenario para entregar de manera conjunta su galardón al que fue su ‘padre’ e introductor en el sector desde su infancia: Roberto Cuenca (padre) y, todos ellos se identificaron como ‘hijos’ suyos junto a, lógicamente, su hijo real, Roberto Cuenca Jr., que también estaba presente en el escenario.

 

Entre bromas, también la reivindicación estuvo presente: En el guión, cargado de humor conducido por los distintos presentadores del acto, como Ramón Langa, se incluyeron varias ‘puyas’ a algunos debates del sector. Se criticó la ‘cineespañolitis’ del idioma, asegurando que era una enfermedad que causaba que a los actores no se les entendiera (el reproche habitual de los actores de doblaje contra el cine español), se criticó en varias ocasiones a los Star Talents (“todo es posible en la magia del doblaje, si no, no podrían doblar películas Santiago Segura o Mario Vaquerizo”) y también a la diferencia de salario por provincias (“En doblaje hemos conseguido que no haya discriminación, cobramos lo mismo hombres que mujeres, y en otras provincias igual, también cobran lo mismo, sólo que es tres veces menos”).

 

Entre los actores que recogió galardón estaba Luis Porcar, que ahora trabaja en Valencia, en su Denia natal, pero que vino expresamente al acto y no pudo contener las lágrimas cuando recogió su premio por poder volver a encontrarse con sus compañeros de Madrid.

 

Como el año anterior, Lorenzo Beteta, que como director de la EDM es uno de los principales promotores del acto, hizo un llamamiento a la reconciliación profesional:

“Más allá de conflictos y de crisis, tenemos que avanzar a ese futuro desde el convencimiento de que nada va a protagonizar las páginas que quedan por escribir, salvo nosotros. Cuidemos nuestra aportación a este sector desde el respeto y la solidaridad. Defendamos el doblaje desde el acuerdo entre todos y el consenso, la voluntad de entendimiento y la visión de lo que está por llegar, pensando en el largo plazo”.

 

 

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